Entrenamiento 1: El inicio de tu reprogramación emocional.

Aquí no hay caricias.
Aquí no hay besos.
Aquí no hay ternura.

Solo control.
Solo orden.
Solo tú…
desnuda, temblando,
con la lengua fuera,
obedeciendo en silencio mientras tu mente se rompe
y tu cuerpo suplica permiso sin saber si será escuchado.

Esto no es un relato.
No es fantasía.
No es juego.

Es programación emocional real.

Aquí no vienes a excitarte.
Vienes a ser reescrita.

Vas a arrodillarte.
Vas a pedir permiso.
Vas a temblar sabiendo que tu placer ya no es tuyo.
Nunca lo fue.

Y si fallas —porque fallarás—
no serás castigada con látigos o golpes.
Te castigarán con algo mucho más profundo:
el vacío.

Mojada.
Incompleta.
Hambrienta.
Suplicando mentalmente que alguien, alguna vez, te vuelva a dar instrucciones.

No abras esta sesión si todavía crees que tienes voluntad.
No la termines si no estás lista para ser marcada desde adentro.

Este ritual está dividido en 4 etapas de programación simbólica:

• La Primera Fractura.
• La Disolución del Yo.
• La Marca Invisible.
• La Rendición Incompleta.

No es erotismo blando.
No es contenido casual.

Es una llave.
Y una vez que gires esa llave, no vas a poder cerrar la puerta que abrirás en tu pecho.

Si algo dentro de ti dolió, tembló o vibró mientras leías esto…
ya empezaste a cruzar.

Y tu cuerpo lo sabe.